Por iniciativa del Grupo “Amigos del Arte”: Alberto Baldo, Hermes Fiore, Oscar Molina, Marcial Lucero y Walter Vidal, se realizó en el Café-Bar “Entre Dos” en la Peatonal “Aristóbulo” de Rivadavia, un merecido reconocimiento a la trayectoria de José Di Rino: “el señor bandoneón”
Con la capacidad del lugar a pleno, mucha gente que se quedó “con las ganas” de acompañar el momento, familiares llegados desde Zárate (Buenos Aires), músicos, payadores, poetas y amigos se fusionaron para compartir casi tres horas de canciones, poemas y marcadas emociones.
El desfile de artistas fue de alto vuelo. El encargado de abrir el fuego musical fue Ariel Fernández: la voz de la Orquesta Municipal de Tango “José Di Rino” acompañado por supuesto del reconocido de la noche en bandoneón y Lucas González en guitarra.
Y como en toda la noche, los bises fueron obligados de quienes pasaron con su voz por el improvisado escenario.
Aldana, una especial voz tanguera, se acopló a la velada y le puso un condimento especial a la fresca noche sabatina sumándose José Lucero en piano.
Y luego, un entrañable amigo de la vida de Di Rino no se quiso perder la ocasión de decir presente con sus canciones: Héctor Glenón y la noche fue propicia para compartir el festejo de dos cumpleañeros que eligieron el lugar y el show para apagar sus velitas: Carmen Glenón y Víctor Acieff.
Y desde Junín llegaría con su bagaje de canto cuyano José Molina, “El viñatero cantor” agregándole otro toque de emoción a la noche al decir que la guitarra que lo acompañaba había sido del recordado “Chicote” Morales.
HIMNO POR LA PATRIA
Como antesala del festejo de un nuevo aniversario de la Declaración de la Independencia Argentina, el violín del joven Lázaro Lucero y la voz de Mabel Quiroga se asociaron para los sones del Himno Nacional Argentino.
Y tras ello, Lázaro hizo un “mini show” en sólo de violín con el vals Quiero ser tu sombra y fragmentos de obras de Vivaldi.
POEMAS y PAYADAS
Hubo tiempo para todo. Franco Ramírez llegó con su canto y hasta se animó a payar temas aportados por los asistentes. Y se sumarían con sus versos Carlos Ramírez y Rubén Chaves Canciani integrantes del Grupo de Poetas y Escritores “Carillón”.
UN LUJITO PARA EL CIERRE
La noche tuvo picos de momentos más que emotivos porque llegaría Luis Lucero, quien tuvo la posibilidad de compartir con Di Rino muchos años de su trayectoria, con giras a Chile incluidas.
Y ella tendría su momento para el festejo: Mabel Quiroga, quien reemplazó su tradicional repertorio de música cuyana, por tango, milonga y una acertada versión de Resistiré, coreada por todos los asistentes.
Tras ello, los “Amigos del Arte” harían entrega de una placa de reconocimiento a la trayectoria de José Di Rino y Marcial Lucero sería el encargado de aportar las motivaciones del porqué del momento elegido.
Y la frutilla del postre tendría dos eslabones: primero Roberto Ponce, con música ciudadana a pleno y después La Cumparsita a cargo de José Di Rino, Lucas González y José Lucero.
Acertada propuesta para un merecido reconocimiento y que los y las amantes del tango pudieron disfrutar quedándose con gusto a poco, como se suele decir.
Habrá que esperar la repetición o una nueva propuesta para compartir.
Apostillas
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Eduardo Freire